GENOVEVA PEóN DíAZ
“Trabajar la cerámica es acompañar un proceso que no se puede forzar. Desde el primer contacto con la arcilla, todo es cuestión de ritmo: amasar, dar forma, secar, cocer. Cada etapa exige atención y paciencia, porque cualquier prisa deja marca. La transformación de la tierra en objeto es un diálogo constante entre las manos, el material y el tiempo. El resultado final no es solo una pieza, sino la memoria de todo ese recorrido.”
Mi camino en la cerámica comenzó en el mundo de la alfarería, de la mano de la maestra Julieta Tarantino, quien me introdujo en el lenguaje de la forma y la materia.
Más adelante, continué mi formación en escultura con Ernesto Amadeo, ampliando mi mirada y profundizando en nuevas técnicas y procesos creativos.
Con el tiempo, seguí perfeccionándome a través de cursos de especialización en esmaltes y de perfeccionamiento. explorando tanto la expresión artística como el dominio técnico del oficio.
Cada etapa de este recorrido ha fortalecido mi vínculo con la cerámica, construyendo una relación cada vez más consciente y comprometida.
Hasta que en el 2024 monté mi propio taller donde experimento nuevas técnicas y creo mis propios esmaltes.